El espacio de la música en la biblioteca pública

La integración de la música en las colecciones de las bibliotecas públicas es un hecho adquirido desde hace numerosos años. La progresión constante y significativa del número de establecimientos que proponen colecciones de fonogramas acompaña el desarrollo muy importante de las prácticas musicales de los franceses en el mismo periodo. Sin embargo, la oferta documental permanece muy centrada en el disco y los otros soportes de la música, particularmente las particiones, no despegan. El tejido asociativo y las herramientas de cooperación, de los que se dotan los discotecarios desde hace algunos años, parecen dar hoy en día los medios de participar en los grandes debates del mundo de las bibliotecas, sobre los asuntos de patrimonio o de política documental. Un enfoque de los circuitos de formación consagrados a las especificidades de la documentación musical muestra un paisaje contrastado y que no responde, actualmente, a las necesidades de la profesión.
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